En su informe anual Estado del clima en Europa en 2022, elaborado junto con el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea, la OMM resaltó que la temperatura en la región se elevó aproximadamente 2,3 °C por encima de la media del período preindustrial (1850-1900), valor usado como referencia en el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Añadió que ese año estuvo marcado por el calor extremo, la sequía y los incendios forestales, la temperatura de la superficie del mar alcanzó nuevos máximos en todo el continente y se registraron olas de calor marinas, en tanto el deshielo de los glaciares alcanzó niveles sin precedentes.
De acuerdo con los expertos, desde los años 80 la temperatura en Europa ha aumentado el doble que la media mundial, y ello ha conllevado consecuencias de gran alcance para su tejido socioeconómico y sus ecosistemas.
“En 2022, muchos países de Europa occidental y suroccidental vivieron su año más cálido jamás registrado. El verano fue el más caluroso del que se tiene constancia”, dijo el secretario general de la OMM, profesor Petteri Taalas.
Detalló que esto exacerbó las graves condiciones de sequía generalizada, alimentó violentos incendios forestales que calcinaron la segunda mayor superficie de la historia y produjo un exceso de mortalidad debido al calor del orden de miles de defunciones.
Estadísticas de la Base de Datos Internacional sobre Desastres muestran que en 2022 los peligros meteorológicos, hidrológicos y climáticos causaron en Europa 16 mil 365 víctimas mortales y afectaron directamente a 156 mil personas.
En opinión del doctor Carlo Buontempo, director del C3S, este estrés térmico sin precedentes no puede considerarse un hecho puntual ni un episodio debido a una anomalía climática.
“Según nuestro conocimiento actual del sistema climático y de su evolución, este tipo de fenómenos forma parte de una tendencia que incrementará la frecuencia y la intensidad de los episodios extremos de estrés térmico en toda la región”, señaló.
Pero no todo es negativo, de acuerdo con el estudio por primera vez el año pasado se generó más electricidad con fuentes renovables que con gas natural, una fuente de energía contaminante.
En 2022 las energías eólica y solar produjeron un 22,3 por ciento de la electricidad de la UE, superando así al gas natural (20 por ciento).
El informe, que se acompaña de gráficos interactivos, se publicó coincidiendo con la Sexta Conferencia Europea de Adaptación al Cambio Climático, celebrada en Dublín, Irlanda.
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