La organización, dedicada al estudio y la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en la región, alertó que esa localidad de la costa ecuatoriana se ha convertido en el epicentro de los homicidios en Latinoamérica.
Allí, de acuerdo con las cifras de InSight Crime, las muertes violentas han crecido drásticamente debido a los enfrentamientos entre bandas por el control de las economías criminales.
En 2022, en ese territorio hubo 81 muertes por cada 100 mil habitantes. Residentes en la región fronteriza con Colombia apuntan a la pobreza, el desempleo y el abandono estatal como causas de la inseguridad.
En lo que va de 2023, según datos del Ministerio del Interior, se registraron en Esmeraldas más de 70 muertes violentas, 94 detenidos por narcotráfico, mil 400 kilos de drogas incautados y 360 robos en casas, de vehículos y a personas.
Expertos en la materia consideran que esa situación se debe a la guerra de cárteles nacionales e internacionales por el control del narcotráfico y la ineficiente respuesta estatal a esa cuestión.
Para los especialistas, el alza de la delincuencia también tiene su origen en la escasa inversión pública y social del actual gobierno, lo cual contribuye al aumento de la pobreza y el desempleo, y por tanto, apuntan que la respuesta al problema no debe ser solo militar, sino integral.
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