Enviar un representante (del bloque) a Myanmar es algo que debemos hacer de inmediato y su tarea consistirá en comunicarse con todas las partes (involucradas en el conflicto), dijo la canciller durante una conferencia de prensa virtual en esta capital.
Marsudi recordó que ya a inicios de febrero, unos días después del golpe de Estado que al mando del general Min Aung Hlaing depuso a las autoridades electas del país, la Asean llamó a dialogar a los militares y a los civiles opuestos a la acción.
Apuntó que el 24 de abril, ante los líderes de la Asociación, el general Hlaing se comprometió a cesar la violencia contra las protestas y a entablar un diálogo constructivo con los civiles y con representantes del depuesto gobierno.
Pero las cosas están en un punto muerto, lamentó la ministra, y el envío de un delegado (de la Asean) es un paso necesario para llevar a las partes a la mesa de negociaciones y resolver la crisis.
El golpe de Estado del 1 de febrero en Myanmar puso fin a un paréntesis democrático de 10 años. Desde entonces se suceden las manifestaciones y los enfrentamientos entre los militares y las milicias ciudadanas y resurge la violencia en zonas de minorías étnicas.
De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos humanos las fuerzas de seguridad mataron en los últimos meses a más de 840 personas.
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