El representante de la Resistencia islámica libanesa indicó que la crisis actual en el país tiene múltiples dimensiones políticas, sociales, económicas y financieras, y no puede resolverse mediante intersecciones inmediatas, sino por la vía del diálogo interno y el entendimiento nacional.
Durante el tardicional sermón del viernes, el dirigente de Hizbulah indicó que el reciente fracaso de la sesión parlamentaria reveló que la consecución de las elecciones sólo puede lograrse a través de la convergencia.
A propósito, subrayó que algunos en Líbano esperan órdenes externas para llegar a un acuerdo, mientras la apuesta por el entendimiento debe ser con voluntad y convicción internas y sin condiciones previas, ya que es una necesidad nacional.
En este sentido, consideró que el exterior y los países amigos pueden ayudar y acercar puntos de vista, pero las claves de la solución están en manos de los libaneses.
Sobre este tema, puntualizó que el movimiento diplomático actual pudiera ayudar a romper el estancamiento político e impulsar un consenso integral, que constituya un punto de entrada para abordar todas las crisis y problemas.
Líbano sortea las obstáculos de la cuarta etapa de vacancia después de la independencia, en ausencia de consenso político, en medio de la peor crisis de su época moderna y bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
El pasado 14 de junio, el Parlamento fracasó pro duodécima vez en su intento por designar al jefe de Estado número 14 de la República, para extender así el vacío de poder desde el fin del mandato de Michel Aoun, el 31 de octubre.
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