Tras conocerse los resultados de esos comicios los serbiokosovares en minoría se negaron a aceptar a los alcaldes albanokosovares en cuatro municipios norteños y protestan a diario frente a los ayuntamientos locales.
En Belgrado, el director de la Oficina gubernamental para Kosovo, Petar Petkovic, acusó a Pristina de desinformaciones y engaños con el fin de seguir con diarias provocaciones para causar conflictos y “pisotear cualquier posibilidad del diálogo y la normalización”.
Según dijo Petkovic en rueda de prensa, Pristina pretende crear pretextos para nuevos arrestos arbitrarios e intimidar a la población con la concentración cada vez mayor de la policía especial en el norte.
También calificó al primer ministro kosovar, el nacionalista Albin Kurti, de “loco que quiere incendiar no solo el norte, sino la región”, y le acusó de burlarse de la Unión Europea (UE), que el pasado jueves pidió una inmediata desescalada.
De su lado, el ministro kosovar del Interior, Xhelal Svecla, aseguró que la policía encontró el viernes en la localidad de Zvecani (norte), donde los serbios son población mayoritaria, un coche con numerosas armas, explosivos y municiones destinados supuestamente a actos armados contra las instituciones kosovares.
Según el portal RTK, Svecla acusó al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, de intentos de desestabilizar la región, mientras el director de la Oficina gubernamental para Kosovo, Petar Petkovic, imputó a Pristina por “desinformaciones y engaños para causar conflictos y pisotear cualquier posibilidad de diálogo y normalización”.
La pasada semana el gobierno de Belgrado ordenó la detención de tres policías de Kosovo, arrestos que Pristina consideró “secuestros”.
Desde entonces el ejecutivo kosovar prohibió la entrada de mercancías serbias al territorio.
En ese contexto la UE exige a Pristina que los alcaldes ejerzan sus cargos en otros edificios hasta que se celebren nuevas elecciones, en las que exista participación incondicional de los serbios.
También demanda la retirada de los policías especiales kosovares de los Ayuntamientos y los alrededores y la simultánea salida de los manifestantes serbios. En tanto pide a Serbia la liberación de los tres policías kosovares.
La UE intenta, hasta ahora sin éxito, mediar en un difícil diálogo de normalización entre Serbia y su antigua provincia, que proclamó en 2008 su independencia, sin reconocimiento de Belgrado ni parte de la comunidad internacional.
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