La iniciativa promueve acciones que protegen el entorno y la vida del hombre, y entre, sus propósitos están el cultivo y reproducción de plantas endémicas cubanas en peligro de extinción y el aprovechamiento de residuos sólidos.
Nelson Broche, vecino de esa localidad en Ciego de Ávila, expresó que unas 38 personas están incorporadas al programa, quienes utilizan los patios de sus viviendas para fomentar las matas e incorporarlas a su medio natural.
Señaló que recolectan latas, pomos plásticos y otros desechos sólidos en la comunidad, para la creación de los canteros, los cuales ubican en paredes, tapias y patios familiares.
Añadió que es un proyecto completamente ecológico, pues ellos mismos producen compost y humus de lombriz para la fertilización y emplean medios biológicos como insecticidas.
El objetivo es convertir los espacios vacíos en jardines en aras de presentar un entorno bonito, saludable y en armonía con la naturaleza, comentó el también, promotor y coordinador del programa.
Agregó que desde hace varios años él y su familia están incorporados a la actividad, y ya tiene en fomento más de 500 especies de cactus, tipo suculentas, muchos exóticos y con flores de extrema belleza.
La experiencia, extendida por casi todos los municipios avileño y otras ciudades cubanas, incluye además, intercambios de experiencias e información entre todos los miembros, acerca de las formas de cultivo, características de algunas planta y temas de interés sobre la tarea, señaló.
Asimismo hemos realizado talleres y cursos sobre las técnicas de los injertos, la poda, polinización y atenciones culturales, aunque hoy están suspendidas por la compleja situación epidemiológica del país, debido a la Covid-19, pero hacemos los encuentros vía Online, apuntó Broche.
Destacó el buen trabajo realizado con niños y adolescentes de las escuelas de la comunidad, a quienes les inculcan el amor a la naturaleza, el cuidado del entorno y la importancia de sembrar árboles para beneficiar la humanidad.
mem/nmt