La fuentes, citadas por la agencia nacional SANA, indicaron que una caravana de 43 camiones cisternas cargados de combustible, salió desde los yacimientos petroleros en el nordeste de la provincia de Hasakeh, e ingresó en Iraq a través del cruce ilícito de Al-Mahmoudieh.
La columna fue custodiada por armados integrantes de las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), formación ilegal financiada y patrocinada por Washington.
Otro convoy de 30 contenedores y camiones cubiertos ingresó a este país árabe procedente de Iraq a través del paso fronterizo ilegal de Al-Walid.
Los camiones cargaban material logístico y se dirigieron hacia la localidad petrolera de Remelan en el extremo nordeste de Siria, escoltados por blindados norteamericanos.
La Cancillería siria denunció recientemente la intensificación del saqueo y contrabando de las riquezas naturales del país, en particular el petróleo, por parte del ocupante norteamericano.
Consideró estas acciones como bandolerismo que viola el derecho internacional, empobrece al pueblo sirio y prolonga su sufrimiento.
Asimismo, exigió a la administración estadounidense que deje de jugar el rol de piratas y bandidos, detenga este saqueo y pague una compensación al pueblo sirio.
Según datos oficiales, los actos de saqueo de las riquezas por parte de Washington y sus milicias locales mercenarias ocasionaron a esta nación árabe pérdidas estimadas en casi 111 mil millones de dólares estadounidenses.
Siria producía antes de la guerra, en 2011, más de 380 mil barriles diarios de crudo, pero esta cifra se redujo a solo 80 mil, 66 mil de los cuales son saqueados por las tropas norteamericanas y las FDS.
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