El alto funcionario condenó el asalto militar de dos días en Jenin, que comenzó el pasado lunes por la mañana e involucró el uso de ataques aéreos y misiles disparados desde drones y que, según el Ministerio de Salud palestino, mató a 12 personas, incluidos tres niños, e hirió a más de 120.
Asimismo, la escala de los enfrentamientos dejó carreteras destrozadas y muchas casas y propiedades dañadas y, acorde con informes, al menos tres mil residentes se vieron obligados a huir de sus hogares.
Dirigiéndose a los corresponsales en la sede de la ONU, Guterres señaló que las escuelas y los hospitales resultaron afectados en esa ciudad, junto con las redes de agua y electricidad.
Renovó los llamados a Israel para que honre sus obligaciones en virtud del derecho internacional y cumpla el deber de respetar y preservar la vida humana.
Describió el uso de ataques aéreos como “inconsistentes con la conducción de las operaciones de aplicación de la ley”, y recordó al gobierno israelí que, como potencia ocupante, es responsable de garantizar que los civiles estén “protegidos contra todos los actos de violencia”.
“Restaurar la esperanza del pueblo palestino en un proceso político significativo, que conduzca a una solución de dos Estados y al fin de la ocupación, es una contribución esencial de Israel a su propia seguridad”, sentenció.
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