Nos mantenemos firmes y anunciamos que no cederemos ante la estupidez del Ejecutivo, que debe finalizar sus movimientos dictatoriales, advirtieron los exmilitares en una carta enviada al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y a los jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Herzi Halevi, y de la Inteligencia castrense, Aharon Haliva. Los firmantes instaron a dialogar y a llegar a acuerdos amplios sobre la iniciativa, que restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes al permitirle al Parlamento volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
El plan, además, permitiría al Ejecutivo de extrema derecha controlar el nombramiento de los magistrados.
Este fin de semana en otra carta enviada a Gallant, unos 420 reservistas de la Armada se sumaron a la protesta nacional contra la reforma.
Estamos luchando por la imagen de Israel y vamos a defender el poder judicial, escribieron.
La iniciativa provocó un terremoto político en esta nación y un creciente malestar en las Fuerzas Armadas.
A principios de julio más de 100 reservistas de la Fuerza Aérea (IAF) anunciaron su negativa a servir si se aprueba cualquier parte del plan.
En marzo 200 pilotos en la reserva también rechazaron presentarse al servicio y un mes antes hicieron lo mismo otros 37, pertenecientes al 69 escuadrón de cazas, uno de los más elitistas de la IAF.
Poco después, una decena de excomandantes de la Fuerza Aérea criticaron en una carta la propuesta gubernamental,
La misiva fue firmada, entre otros, por los generales Dan Tolkovsky y Amikam Norkin y solo faltaron las rúbricas de los cuatro antiguos comandantes del cuerpo ya fallecidos.
Cientos de reservistas del Ejército también se negaron a presentarse al servicio activo, incluidos miembros de la División de Operaciones Especiales de la Inteligencia Militar.
Desde principios de este año la reforma generó intensas críticas públicas y una feroz oposición en la nación, donde son sistemáticas las protestas masivas en medio de las advertencias de economistas, profesionales del derecho, académicos y funcionarios de seguridad.
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