En una declaración conjunta, las organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Mundial de la Salud (OMS) y Mundial de Sanidad Animal (WOAH) instaron a los países a trabajar juntos en todos los sectores para salvar la mayor cantidad de animales posible y proteger a las personas.
Detallaron que el creciente número de detecciones de la también llamada influenza aviar H5N1 entre los mamíferos, que son biológicamente más cercanos a los humanos que las aves, genera preocupación de que el virus pueda adaptarse para infectar a los humanos con mayor facilidad.
Además, algunos mamíferos pueden actuar como recipientes de mezcla para los virus de la influenza, lo que lleva a la aparición de nuevos virus que podrían ser más dañinos para los animales y los humanos.
En 2022, 67 países en los cinco continentes informaron a WOAH brotes de influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 en aves de corral y silvestres, con la pérdida de más de 131 millones de aves domésticas debido a su sacrificio en granjas y pueblos afectados.
En 2023, otros 14 países informaron brotes, principalmente en las Américas, a medida que la enfermedad continúa propagándose.
También se reportaron detecciones esporádicas del virus de influenza A(H5N1) clade 2.3.4.4b en humanos, pero siguen siendo muy poco frecuentes, con ocho casos desde diciembre de 2021, los cuales están relacionados principalmente con el contacto cercano con aves infectadas y ambientes contaminados.
“Con la información disponible hasta el momento, el virus no parece poder transmitirse fácilmente de una persona a otra, pero se necesita vigilancia para identificar cualquier evolución que pueda cambiar eso», dijo la doctora Sylvie Briand, directora del Departamento de Preparación ante Peligros de Infección Globales de la OMS.
Según los expertos la propagación del virus a los cinco continentes habla de la necesidad de cooperación global y alerta para proteger a los animales, las personas y las economías.
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