La estructura que aúna a cinco sindicatos de docentes señaló que el diálogo permitirá debatir los problemas cruciales que enfrenta el sistema educativo y evitar otra crisis en el seno de la institución.
También llamó a atender las reivindicaciones de los profesores para limitar futuras huelgas o los obstáculos en el reinicio del año académico.
Lamentó que los alumnos, una vez más, fueran las principales víctimas de los movimientos de protestas, de ahí la necesidad de entablar un diálogo franco que atienda las demandas de los docentes, manifestó la estructura.
El pasado curso escolar fue cercenado por la crisis política, la escasez de combustible y la marcada inseguridad.
El anuncio de aumento de los precios del combustible en septiembre provocó violentos disturbios, a los que se sumó el bloqueo de las pandillas a la principal terminal petrolera del país, alargando casi hasta enero el reinicio de las clases.
Tres meses después, los profesores de escuelas públicas fueron al paro para exigir mejores condiciones de trabajo, ajustes salariales, pagos de honorarios atrasados y nombramientos de maestros que imparten clases sin ser reconocidos como tal.
Por su parte, los estudiantes se movilizaron en varias ciudades provinciales para exigir maestros en las aulas y reclamaron a las autoridades de educación asumir sus responsabilidades y solucionar el conflicto con los profesores.
En marzo, el ministro de Educación Nesmy Manigat lamentó que los alumnos perdieran al menos un año académico desde 2019, como consecuencia de la grave situación nacional.
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