Canícula, o sea pocas lluvias, polvo del Sahara que actúa como una caldera sin pistón de escape y una sequía meteorológica se suman a partir de ahora y previsiblemente hasta el 15 de agosto, para hacer el clima local, en cierta medida, insoportable y caluroso.
El periodo de la llamada canícula coincide con la presencia de polvos del Sahara, que mantendrán el clima más cálido. Las lluvias disminuyeron durante el mes de junio entre un 25 y 30 por ciento, según los registros hidrológicos citados la víspera por el ministro del Marn Fernando López.
El Observatorio Ambiental apuntó que la canícula se podría unir con una sequía meteorológica fuerte este año.
Aclaró López en conferencia de prensa la víspera, que la canícula, básicamente es una disminución en la cantidad total de lluvia. Este fenómeno se podrá ver e irá terminando aproximadamente a mediados del mes de agosto, eso es lo que tenemos, precisó.
El ministro citó como antecedente de este fenómeno el mes de junio cuando el país enfrentó una disminución en las lluvias, el promedio es de 311 milímetros cúbicos de lluvia, pero este año solo hubo 238, una reducción de entre 25 o 30 por ciento.
Incide en esta reducción de las lluvias el polvo del Sahara que mantendrá su presencia sobre el país de forma intermitente con un incremento en las partículas del aire.
Esta anomalía puede ser peligrosa mezclada con mucho calor y afectar a personas con problemas respiratorios, de presión arterial y otras dolencia. El polvo puede llegar a una concentración de hasta 100 microgramos por metro cúbico de polvo en los próximos días.
Alertó López que esta semana se tendrá una atmósfera relativamente inestable ocasionando una moderada dispersión de los contaminantes, debido a pasos de ondas tropicales pero se mantendrán las escasas precipitaciones y un calor intenso.
ro/lb