Los niveles de sodio y cloruros llegaron a niveles mínimos respecto a registros de las últimas semanas, dice un informe de la empresa Obras Sanitarias del Estado (OSE).
Esa entidad está tomando más agua del río Santa Lucía y menos del estuario del Río de la Plata, que es salobre, pero resulta necesaria para mantener el nivel actual de suministro a cerca de dos millones de habitantes.
Las últimas precipitaciones siguieron escurriendo al embalse de Paso Severino, la reserva de agua dulce de Montevideo y otras áreas.
Esa presa superó los cinco millones de metros cúbicos, de un potencial de cerca de 70 millones, y sus compuertas fueron cerradas para seguir incrementando el caudal. El Paso Severino llegó a estar en un mínimo histórico de apenas 1,7 millones de metros cúbicos.
“Hemos tenido un aumento en los caudales en Paso Severino, lo que nos da un poco de tranquilidad. Paso Severino está cerrado y estamos usando agua del Santa Lucía grande, lo que nos da un plazo en cuanto a poder terminar la obra a la que estamos comprometidos”.
Así dijo el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, en referencia al trasvase en ejecución desde el río San José hacia Paso Severino.
Bouvier afirmó que la calidad del vital líquido puede mejorar, pero la meta ante las circunstancias actuales es poder mantener la entrega de agua mezclada mientras persista la emergencia hídrica por la sequía.
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