Añade la nota, que esas entidades bancarias redujeron significativamente el pasado año su subordinación en términos de financiación de los bancos centrales para volver a niveles pre-Covid-19, antes de que se activaran mecanismos excepcionales para garantizar su liquidez, cuando los españoles se quedaron por debajo de la media.
La EBA anunció que el porcentaje de financiación procedente de los bancos centrales en las 162 entidades de la muestra utilizada para medir ese parámetro pasó del 29,1 por ciento en diciembre de 2021 al 25,8 un año después.
En su informe anual sobre esa cuestión, la EBA indica que las entidades disminuyeron su dependencia de los bancos centrales a medida que reembolsaban gradualmente los fondos que habían recibido en préstamo.
Ello también está relacionado con el desencadenante de ese cambio de tendencia (la subida de tipos de interés para tratar de moderar la inflación).
La consecuencia es que los acuerdos de recompra se convirtieron en diciembre de 2022 en la principal fuente de financiación para los bancos, seguida de los bonos cubiertos y sólo después, en tercer lugar, los dispositivos de los prestamistas centrales, que ocupaban la primera posición un año antes.
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