Para reabrir las aulas las unidades docentes presentaron en septiembre pasado un plan de bioseguridad que incluye medidas encaminadas a evitar contagios por la enfermedad, causante de un acumulado de 432 mil 353 casos confirmados en el país.
Según estadísticas ofrecidas por la ministra de Educación María Brown, Ecuador tiene un universo de 4,4 millones de alumnos y desde esta jornada se prevé la reincorporación progresiva de alrededor de 150 mil en escuelas de todas las regiones del país.
De acuerdo con las precisiones, mil 102 se encuentran ubicadas en zonas rurales y 199 en áreas urbanas y, del total, mil 139 son fiscales o públicas, 37 fiscomisionales y 125 particulares.
El retorno a las aulas será de manera voluntaria y al respecto, la titular fue enfática al decir que se pueden realizar denuncias en caso de exigencias de asistir de manera presencial obligatoria.
Asimismo, aclaró que no hay una modalidad generalizada para todo el país, porque ninguna institución es igual.
En cuanto a la vacunación contra la Covid-19, precisó que aún no hay estudios mundiales para la inmunización de los niños, por lo cual, por el momento, la inoculación se lleva a cabo solo a los docentes y a las familias, de acuerdo a la edad.
Al respecto, hasta el pasado 4 de junio más de 183 mil funcionarios de educación pública, privada y fiscomisional recibieron la primera dosis contra la dolencia y alrededor de seis mil la segunda.
Datos del ministerio indican que en el contexto de la pandemia más de 90 mil estudiantes dejaron de asistir a las unidades educativas, sobre todo en las áreas rurales, donde el acceso a Internet es menor del 30 por ciento.
En marzo de 2020 el gobierno decidió cerrar las escuelas en todos los niveles y mantener el curso escolar de manera virtual, a través de plataformas institucionales y también de Zoom o Teams.
Tras el anuncio del retorno paulatino a las instituciones educativas, en redes sociales numerosos padres consideran que la decisión es acelerada y podría traer consigo un repunte en los contagios.
Otros aprueban los planes pilotos, al estimar que por la vía virtual sus hijos no asimilan los conocimientos requeridos, además de referir daños psicológicos por el confinamiento.
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