Esos elementos sugirieron que el Banco de Inglaterra podría no tener que subir las tasas de interés tanto como se esperaba, mientras los últimos comentarios pesimistas del Banco de Japón provocaron un debilitamiento del yen.
La libra declinó 0,78 por ciento frente al dólar, a 1,2930 dólares, y también se debilitaba frente al euro tras conocerse que la inflación británica cayó más de lo esperado en junio pasado y se situó en 7,9 por ciento, la más baja en más de un año.
De este modo, la divisa británica se encaminaba a su mayor caída porcentual frente al dólar en tres semanas, mientras seguía alejándose de un máximo de 15 meses de 1,3144 dólares alcanzado el jueves pasado.
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