Un reportaje especial sobre el tema del canal CGTN reveló que en las últimas horas los animales entraron a un poblado periférico de Kunming, ingresaron a varias viviendas en busca de comida y agua, y arrasaron con muchas cosechas.
Las imágenes también mostraron la estela de destrucción en paredes, cables eléctricos y otros bienes materiales.
El gobierno de Kunming, con 8,46 millones de habitantes, desde principios de este mes está en alerta máxima para garantizar la seguridad pública mientras los paquidermos atraviesan el territorio.
Hasta ahora no hay víctimas, la manada sigue rumbo al norte y cada vez está más cerca del centro de esa urbe, la capital de Yunnan.
Un contingente de 675 trabajadores de emergencia, 62 vehículos y 12 drones vigilan a tiempo completo el desplazamiento, mientras los residentes del lugar dejaron en el camino 10 toneladas de comida para evitar que los elefantes ataquen a la población.
El personal está listo para proceder ante cualquier contingencia y evacuar a la ciudadanía.
La manada salió en abril pasado desde una reserva de Yunnan y recorrió 500 kilómetros de distancia.
Las autoridades provinciales se proponen persuadirlos de regresar a su hábitat original, pero expertos lo consideran improbable porque están muy alejados y sugieren guiarlos hacia otro lugar con condiciones apropiadas para establecerse.
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