En el encuentro de este martes estarán presentes representantes de la Asociación de Municipios de Ecuador (AME), el Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (Congope) y el Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales de Ecuador (Conagopare).
El Comité de Seguridad se reunió la víspera y luego el presidente Guillermo Lasso decretó estado de excepción en las provincias de Manabí y Los Ríos, así como en el municipio Durán, en Guayas, debido a la situación existente en el país y en particular en esos territorios.
Aunque la medida -que incluye toque de queda desde las 22:00 a las 05:00 (hora local)- se ha aplicado más de 10 veces durante la actual administración, la tasa de muertes violentas sigue en aumento.
Justamente en la ciudad de Manta, en Manabí, asesinaron a tiros el domingo al alcalde, Agustín Intriago, un hecho que conmocionó a toda la nación y se suma a otros siete crímenes mortales contra políticos ecuatorianos.
El ataque contra Intriago, de 38 años, ocurre en medio de una ola de violencia que en 2022 dejó más de cuatro mil 500 muertos, cifra más alta en la historia del país sudamericano, y en lo que va de 2023 se registraron ya más de tres mil 500 homicidios.
A su vez, las autoridades perdieron el control de varias cárceles donde persisten motines, hay casi un centenar de agentes retenidos por los reclusos y reos en huelga de hambre.
Anteriormente, el Gobierno tomó decisiones polémicas como la autorización del porte de armas para civiles y el permiso para que policías y militares actúen con todos los medios a su disposición contra quienes consideren terroristas.
Sin embargo, la cifra de muertes violentas no para de crecer, por lo que expertos sugieren una estrategia a largo plazo contra la inseguridad, que incluya inversiones para el fortalecimiento de la fuerza pública y el desarrollo social.
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