Pese a que las cifras globales registradas sobre ambos padecimientos tienden a descender, los promedios semanales son de 100 casos respecto a la primera de esas afecciones y de 40 la segunda, informó el Ministerio de Salud y Bienestar Social.
Las cantidades de dengue y chikunguña van en declive, pero mantienen aún niveles inusitadamente altos para esta época del año, a diferencia de la de lluvias que comienza en octubre y augura un nuevo aumento de las infecciones, advirtió la Dirección de Vigilancia de la Salud.
Resultan llamativos esos contagios de dengue o chikungunya durante julio, ya que esas enfermedades son más habituales en Paraguay en los meses de verano propensos a más lluvias, opinó el director de esa dependencia del Ministerio de Salud, doctor Guillermo Sequera.
Expertos de esa cartera pronosticaron que la próxima temporada de precipitaciones, intensificada por el fenómeno climático El Niño, causará un nuevo aumento de ambos padecimientos.
La persistencia de dichas afecciones durante los meses de invierno podría deberse a que la temperatura no descendió lo suficiente este año para interrumpir la transmisión vectorial de los arbovirus, como suele ocurrir a mediados de año, estimaron los especialistas.
Según estadísticas del Ministerio de Salud, los 300 fallecidos desde el inicio en octubre de 2022 de la actual epidemia incluyen 286 personas por chikunguña y 10 por dengue.
Las autoridades sanitarias locales reaccionaron con alarma ante una información el 26 de julio de especialistas locales que reportó un promedio semanal de 200 casos de fiebre chikungunya.
Los médicos observaron con aprensión las nuevas estadísticas, luego de un anterior descenso en los registros sobre la enfermedad.
El incremento de los enfermos es más preocupante porque “el tiempo en el que ocurre es bastante inusual, nuestro invierno prácticamente está ausente”, comentó el director del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo, Gustavo Adolfo Chamorro.
Dentro de las enfermedades en vigilancia por arbovirosis, el dengue es endémico en el país desde 2009, mientras la chikungunya fue confirmada en 2015, cuando registró brotes puntuales en algunos departamentos.
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