“Es significativo el apoyo de la población, agradezco a mi familia, amigos y el staff que me acompaña”, expresó al inicio del reto el natural del departamento de Quetzaltenango, segunda ciudad del país, a 206 kilómetros al noroeste de esta capital.
Molina, de 43 años y quien lleva 15 años dedicado a la pintura, emprendió su faena en la noche del 1 de agosto y espera finalizar el próximo viernes, alrededor de las 19:00, hora local.
Llamó la iniciativa Maratón del Dibujo, con trasmisión en redes sociales desde la Galería Lans de su departamento, para la cual utiliza la técnica japonesa Sumi-e, consistente en la espontaneidad y que representa paisajes y meditación.
Al pedir el autorizo a la británica organización de los récords Guinness en abril último, le exigieron realizar la obra en un espacio público, con tres supervisores en rotación, documentarla y tener un médico que lo revise constantemente.
Por cada hora trabajada, el graduado de la escuela Humberto Garavito y de la capitalina superior de arte cuenta con cinco minutos de descanso, que pueden ser acumulables.
Molina pintó su primer cuadro a los nueve años, basa su arte en el surrealismo y cubismo, mientras gusta también de las instalaciones urbanas.
Inauguró años atrás la exposición «Más Allá de la Violencia», que incluyó una serie de pinturas con escenas de violencia, para evidenciar cómo los ciudadanos ven esa situación con insensibilidad.
En Paisaje Consumista buscó hacer conciencia sobre el uso de las bolsas de plástico y la contaminación al medioambiente.
Ha expuesto en Argentina, México, Noruega, Italia y España.
El indio Hariom Kumar Singh consiguió el maratón más largo dibujando caricaturas (individual), de 77 horas, un minuto y 16 segundos, del 8 al 11 de noviembre de 2017.
Completó 712 caricaturas diferentes durante este tiempo, el cual tiene que superar el guatemalteco para el difícil récord mundial.
jha/znc