De acuerdo con el comunicado oficial, la investigación correrá a cargo de la Autoridad de Competencias y Mercados (CMA, siglas en inglés), y tiene como base los reclamos presentados por miles personas que se vieron obligadas a cancelar sus vuelos por las restricciones vigentes.
Los clientes reservaron sus vuelos de buena fe, pero no pudieron tomarlos por razones justificadas legalmente y ajenas a su voluntad, por lo que creemos que se les debió devolver su dinero, aseguró el director ejecutivo de la CMA, Andrea Coscelli.
Ambas aerolíneas aseguran, sin embargo, haber actuado apegadas a la ley, al ofrecerle a sus pasajeros la opción de cambiar la fecha del viaje, o de reintegrarles el pasaje.
Es increíble que el gobierno intente castigar aún más a una industria ya muy afectada por la prohibición de los viajes durante un año, afirmó British Airways en un comunicado donde afirma que hizo más de tres millones de reembolsos y ayudó a millones de viajeros a cambiar la fecha o el destino de sus vuelos.
Ryanair afirmó, por su parte, que analizó cada pedido de reembolso y devolvió el dinero en los casos justificados.
La aerolínea irlandesa apuntó además que millones de sus clientes optaron por reprogramar sus vuelos sin costo adicional.
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