El ex jefe de Gobierno que agradeció la solidaridad de la nación africana lamentó que los actores políticos, sociales y económicos de Haití no pudieran encontrar un terreno común para resolver el problema de la inseguridad.
Asimismo, señaló que el despliegue de tropas extranjeras no resolverá las graves problemáticas que enfrenta el país, y, sin embargo, podría conducir a una mayor dependencia de la comunidad internacional y socavar la soberanía nacional.
La propuesta de Kenia pone de relieve la urgencia de concienciar y emprender acciones colectivas para sacar a Haití de esta crisis, dijo quien fuera primer ministro durante la presidencia de Michel Martelly.
Insistió, igualmente, en la necesidad de un acuerdo basado en el diálogo y la búsqueda de consenso que permita evitar el colapso del país.
El pasado fin de semana, la Cancillería de Kenia expresó su disposición de liderar una fuerza multinacional que apoye a la policía a combatir a las pandillas, tras la solicitud del Gobierno de Haití.
Kenia también desplegará mil policías como parte del esfuerzo, siempre que el mandato sea aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Otros países de la región como Jamaica y Bahamas también agradecieron a Nairobi y expresaron su disposición de sumarse a la fuerza multinacional.
A lo interno, varias voces critican la decisión mientras recuerdan las consecuencias de pasadas intervenciones.
El economista y analista político Camille Chalmers denunció la supuesta connivencia entre las autoridades y los grupos armados que alimentan el caos en el territorio y, a su juicio, complican la resolución del problema de la inseguridad.
Además, estima que el llamado a ocupación del primer ministro Ariel Henry constituye un intento de perpetuarse en el poder, reformar la Constitución y organizar elecciones que podrían ser fraudulentas.
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