El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados condenó en un comunicado el asesinato anoche de Qusai Maatan, de 19 años, por disparos de esos extremistas en la aldea de Buqa.
Los colonos armados irrumpieron en la localidad para establecer un puesto de avanzada, germen de un futuro asentamiento, y, cuando los residentes los confrontaron, abrieron fuego contra ellos, apuntó.
Esos ataques no solo quedan sin castigo, sino que además son promovidos por varias figuras del gabinete de Benjamin Netanyahu, entre ellos los ministros Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, subrayó.
Ambos políticos son conocidos por sus posturas de extrema derecha, racistas y antiárabes.
Estos crímenes son parte de un sistema de trabajo oficial integrado que supervisa la utilización de milicias de colonos para desplazar a los palestinos y robar sus tierras, afirmó la Cancillería.
“El objetivo es ampliar el control y apoderarse de grandes áreas mediante el establecimiento de nuevos asentamientos (…) para lograr el proyecto colonial y racista sionista de anexar la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este”, aseguró.
Ante esa situación, el ministerio advirtió sobre las repercusiones y consecuencias de tales acciones.
También llamó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades y proteger al pueblo palestino.
El Consejo Noruego para Refugiados (NRC) criticó el pasado mes la violencia sostenida de colonos israelíes.
“Intimidan y atacan a las comunidades palestinas con el objetivo expreso de desplazarlas, eso es una violación del derecho internacional y debe cesar”, expresó Caroline Ort, directora del NRC para Palestina.
Recientemente, el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, denunció que más de 751 mil colonos viven en la ocupada Cisjordania, incluida Jerusalén Este, en violación a varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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