Según la revista Journal of the Endocrine Society, los factores de riesgo potenciales fueron pasar más tiempo frente a la pantalla de dispositivos electrónicos y menos actividades de carácter físico.
El aumento de los diagnósticos de pubertad precoz también guarda relación con los malos hábitos alimentarios y las alteraciones del sueño.
“Encontramos un aumento de peso entre las niñas diagnosticadas de pubertad precoz durante la pandemia, y el aumento rápido del peso corporal se asocia a un desarrollo puberal avanzado», subrayaron en el artículo los expertos de la Universidad de Génova y del Instituto Giannina Gaslini de Génova,Italia.
El estrés, aislamiento social, aumento de los conflictos entre los padres, la situación económica y el mayor uso de desinfectantes de manos y superficies representan otras hipótesis sobre por qué está aumentando la pubertad precoz en la juventud, comenta la fuente.
Aunque –sugieren los especialistas- no puede descartarse por completo la consecuencia de la adaptación biológica.
La pubertad precoz es diagnosticada cuando la figura de los niños empiezan a transformarse en cuerpos adultos demasiado pronto, y comienzan a desarrollar cambios físicos antes de los ocho años, como brotes mamarios en las niñas y testículos más grandes en los niños.
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