Según la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), las víctimas serían dos mujeres y un hombre, quienes recibieron atención médica.
La Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social de Pará reforzó el patrullaje en el área del conflicto.
Después que los nativos fueron baleados en Tomé-Açu, personas de diferentes etnias fueron a las calles en Belém, capital de Pará.
Protestaron en apoyo a los indígenas involucrados en el conflicto en arterias cercanas al Centro de Eventos en la urbe, donde se celebrará la Cumbre de la Amazonia.
«Ante la gravedad de la situación y de estos recurrentes ataques, exigimos que se tomen medidas urgentes para investigar y esclarecer rigurosamente estos crímenes, con la debida responsabilidad de los culpables», indicó una nota de la CPT.
Señaló que una de las víctimas fue golpeada en el cuello y la mandíbula y, debido a la gravedad de las lesiones, fue enviada a Belém a través de una unidad aérea de cuidados intensivos.
También la CPT informó que los disparos fueron hechos por guardias privados de una empresa explotadora de dendezales (palmera de origen africano) en la región.
Los indígenas aseguran que fueron baleados después de realizar una protesta y la compañía, mencionada como responsable de los disparos, alega que los guardias reaccionaron a una invasión.
Convocada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva tendrá lugar mañana y el miércoles en Belém la Cumbre de la Amazonia que reunirá a los ocho jefes de Estado de los países que comparten ese territorio, el cual alberga parte de la mayor selva tropical del mundo: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Al final de la cita, las naciones amazónicas deben adoptar la denominada Declaración de Belém, que establece una nueva agenda común de cooperación regional en favor del desarrollo sostenible en el pulmón del planeta.
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