Bacana fue ultimado en la zona norte de la capital carioca, donde resultó baleado en la cabeza y socorrido en el hospital Municipal Albert Schweitzer, pero no resistió.
Su hermano, Jorge Tavares, también fue tiroteado y llevado al centro sanitario Carlos Chagas, pero también murió.
En 2018, Bacana fue escuchado como testigo en el caso Marielle, pero no hubo indicios de su participación en el homicidio.
Se presentaba como paracaidista y policía militar. Fue investigado por la Comisión Parlamentaria de Investigación de las milicias y sufrió un intento de asesinato en noviembre de 2020, también en la zona norte de la capital.
Franco, del Partido Socialismo y Libertad, y su chofer Anderson Gomes fueron ultimados en una céntrica zona de Río en la noche del 14 de marzo de 2018.
Trece disparos de una subametralhadora HK MP5, de alta precisión y utilizada solo por fuerzas policiales de élite, alcanzaron el vehículo en que se trasladaban.
El 24 de julio, el ministro de Justicia, Flavio Dino, afirmó que la delación del expolicía Élcio Queiroz impulsó la investigación sobre el atentado.
Por la confidencia, la Policía Federal (PF) cumplió la denominada Operación Élpis y detuvo a Mawwell Simões Corrêa, uno de los ejecutores del crimen.
Dino explicó que una actuación conjunta de la PF, de la Policía Penal Federal con el Ministerio Público de Río culminó en la acusación de Queiroz.
«Hace unos años esta investigación gira en torno a estos dos personajes, Roni Lessa y Élcio Queiros (ambos presos), que hizo una denuncia premiada homologada judicialmente y que resultó en la operación en Río de Janeiro», ratificó el ministro.
Queiroz reveló la participación de un tercer individuo, Simões Corrêa, y confirmó la participación de él y del también expolicía Lessa en el homicidio.
«Con eso, tenemos bajo la óptica de la PF y de los demás participantes de la investigación, la confirmación de todo lo que sucedió en la ejecución del crimen», recalcó Dino.
En el informe de la investigación, Lessa es señalado como el tirador de la subametralladora y estaría en el asiento trasero del auto que acosó el coche de la concejala.
Queiroz conducía el vehículo utilizado para perseguir a las víctimas. Después de más de cinco años del asesinato, la pregunta: «¿Quién mandó a matar a Marielle Franco?» sigue sin respuesta.
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