En la reunión, Lula agradeció a Sassou N’guesso aceptar la invitación a la cita de dos días en Belém, capital del norteño estado de Pará, y manifestó sentirse muy feliz por la posición común encontrada en el área ambiental.
Dejó entrever el potencial de asociación en la preservación climática y el desarrollo agrario, y su interlocutor comentó los retos de su país de mantener la seguridad alimentaria de la población y las necesidades técnicas y financieras de fomentar la producción agropecuaria.
Estimó que Brasil tiene mucho que aportar por su experiencia en el sector e hizo referencia a daños en su país por la falta generación de energía eléctrica, tema que también puede contar con apoyo técnico brasileño.
También en el encuentro bilateral, Lula comentó sobre las disímiles visitas que realizó a África en sus dos primeros mandatos (2003-2011) y la necesidad de que el gigante sudamericano vuelva a tener atención a ese continente.
El gobernante congolés recordó la visita del exsindicalista a su país en octubre de 2007 y el contacto amistoso que tuvieron en junio, durante la Cumbre por un Nuevo Pacto de Financiación Global, realizada en París.
Rememoró asimismo que, en 2011, el Congo realizó un evento similar al organizado ahora en Belém, con representantes de los países con mayores selvas tropicales del planeta.
Para Lula, la seguridad alimentaria es lo que más precioso en un país y aludió el gran potencial existente en el área del desarrollo agrario, en asociación con la agricultura familiar.
En Brasil, la principal iniciativa en ese sentido es el Programa de Adquisición de Alimentos, que hace la compra directa de la producción de agricultores familiares y lleva esos productos a la merienda escolar, hospitales y diversas instituciones de la red de asistencia social.
Durante el diálogo, el exdirigente obrero lamentó además que el proceso de colonización haya generado un legado de disgregación productiva y de dependencia económica en tantas naciones en desarrollo.
La cumbre en Belém involucró, además de los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), a otros que cuentan con grandes extensiones de selvas tropicales preservadas, como los casos de Indonesia, la República Democrática del Congo y el propio Congo.
En una de sus declaraciones en el foro, Lula afirmó que estas naciones «queremos decirle al mundo lo que queremos hacer con nuestro bosque y decir lo que el mundo hacer para ayudar», al aludir a promesas millonarias en 2009, las cuales actualmente siguen sin llegar para cuidar a las florestas.
rgh/ocs