La identificación de nuevas áreas para impulsar el turismo de naturaleza es uno de los positivos resultados que dejará el Bojeo a Cuba, expedición científica que llegó esta semana a Cayo Coco, Ciego de Ávila (centro-norte)
Uno de los coordinadores del viaje, Omelio Esteban Borroto, señaló que dicho empeño se logra a partir de la recopilación de un patrimonio audiovisual extenso, resultante de la observación ágil y precisa en ecosistemas marinos y costeros, y los materiales son útiles para actividades científicas, económicas, comunicativas y de educación ambiental.
Agregó que de extraordinarias las imágenes tomadas se desprende una información sumamente importante y resaltó su valor al ofrecer una visión completa de Cuba desde el mar, posible gracias al empleo de tecnología de avanzada (dos drones, igual cantidad de equipos de filmación subacuática y seis cámaras terrestres).
En intercambio con directivos del Gobierno local y de los sectores turístico y científico,
La presidenta del Consejo Científico del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana y jefa del proyecto Bojeo a Cuba, Patricia González, consideró la posibilidad de que cada territorio acceda a sus imágenes para hacer un empleo eficiente de ellas.
Dicha experiencia demuestra el valor de la evidencia resultante del bojeo para promover la cultura medioambiental, sobre todo en los habitantes de comunidades costeras, quienes deben aprender a convivir en armonía con el entorno y encontrar en este las fortalezas para enfrentar las adversidades que imponen fenómenos como el cambio climático.
Por su parte, la delegada del Ministerio del Turismo en Ciego de Ávila, Iyolexis Correa, destacó que este Bojeo permitirá conocer nuevos lugares que permitan la ampliación de opciones destinadas a visitantes extranjeros y nacionales, con el objetivo de convertir a Cuba en un destino más atractivo y capaz de satisfacer las exigencias de diversos clientes.
Un grupo de 18 científicos y expertos cubanos partió el pasado 19 de julio desde el puerto de Júcaro, en la provincia de Ciego de Ávila, en una embarcación llamada Oceans for Youth, con el objetivo de realizar una circunnavegación de las costas cubanas y sus cuatro subarchipiélagos, que abarcan cinco mil 700 kilómetros.
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