La selección está a cargo de la Academia de Cine de Chile, cuyos más de 200 miembros deben escoger un título a más tardar entre octubre y noviembre y luego enviarlo a Hollywood para tratar de que forme parte de la denominada “lista corta” del certamen.
Las obras que ya están en competencia son “El conde”, de Pablo Larraín, una sátira de humor negro donde Augusto Pinochet aparece como un vampiro con más de 250 años de edad.
Acerca de su producción, dijo el director: Los vampiros no mueren ni desaparecen, como tampoco lo hacen los crímenes ni los robos de un dictador que no conoció la justicia.
También con el golpe de Estado y el régimen militar como tema de fondo, figura Punto de encuentro, un largometraje documental dirigido por Roberto Baeza.
La trama gira sobre las contradicciones de dos jóvenes cineastas que tratan de hacer una película con la historia de sus padres, ambos recluidos en el centro de torturas de Villa Grimaldi donde hacen una fuerte amistad, pero solo uno de ellos sobrevive.
Los colonos, de Felipe Gálvez, narra la introducción de la ganadería ovina en el extremo sur de Chile y el exterminio practicado contra el pueblo indígena Selk’nam hasta llevarlo al borde de la extinción, con el beneplácito de las autoridades centrales.
Figura en cuarto lugar La memoria infinita, bajo la dirección de Maité Alberdi, sobre la vida del periodista Augusto Góngora y su esposa,Paulina Urrutia, después que a él le diagnosticaron Alzheimer, enfermedad por la cual murió en mayo de este año.
Por último está la realización de Gustavo Graef Marino titulada El vacío, un drama que podría ser autobiográfico sobre cómo se disuelve la relación entre un cineasta de avanzada edad y su pareja, una mujer mucho más joven.
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