De acuerdo con el Mnisterio de Relaciones Exteriores, las relaciones bilaterales se encuentran en una etapa crítica de mejora y crecimiento.
En opinión de la cancillería, esta es una oportunidad para «volver a comprometerse con el consenso del tratado, defender la base política, mejorar la cooperación mutuamente beneficiosa, eliminar distracciones y barreras y construir conjuntamente una relación China-Japón que pueda cumplir con los requisitos de la nueva era».
El gigante asiático subrayó la importancia de este acuerdo a la hora de codificar el compromiso de ambas partes con la paz, la amistad y la colaboración.
Además, el tratado «establece los principios y la dirección eternos para la interacción bilateral que resultan ser tan relevantes como siempre».
El tratado de 1978 marcó en forma legal la orientación general de la coexistencia pacífica y amistad entre China y Japón y confirmó los postulados de la Declaración Conjunta Sino-Japonesa que se había firmado en 1972.
Este documento aborda temas sensibles de los vínculos bilaterales como son las responsabilidades de Tokio en la guerra contra el gigante asiático y el respeto al principio de una sola China.
ro/idm