“Nuestra lucha contra el narcotráfico no se detiene, el día de ayer nuestras fuerzas policiales destruyeron 10 fábricas de cocaína ubicadas en las inmediaciones de los sindicatos 10 de Agosto, San Benito, San Miguel, Puerto Primero de Mayo, Liberación y Bolo”, afirmó el titular en un tuit.
Esta información se suma a un reporte publicado la víspera por la autoridad en el que sostuvo que, en cinco operativos de interdicción al narcotráfico, solo en el departamento de Santa Cruz, se afectó al patrimonio de este negocio ilícito en 1,2 millones de dólares.
El ministro confirmó también que un argentino buscado desde hace 20 años por sus nexos con el capo Jorge Roca (alias Techo de Paja), José Eduardo Fanín, fue capturado este viernes en Santa Cruz.
Precisó que tenía la falsa identidad boliviana de Carlos Teófilo Baldomino Delgado y se encontraba escondido en territorio nacional desde 2003.
Describió que en agosto de ese año fue aprehendido en Paraguay, con varios kilogramos de cocaína en el estómago, debía asistir tres meses después a su audiencia de medidas cautelares, pero un comando armado enviado por descendientes de Techo de Paja redujo a sus custodios y lo rescataron.
Por la vía del Chaco, este cartel enviaba narcóticos con el objetivo de burlar controles en el aeropuerto Silvio Pettirossi para traficar desde Asunción cocaína y pasta base hasta mercados europeos como España, Bélgica, Holanda y Alemania, refirió el diario.
Del Castillo reafirmó que Bolivia lidera el trabajo investigativo a escala regional para desbaratar a la organización criminal más grande del tráfico de droga a Europa y de la que debía tomar control el prófugo de la justicia Sebastián Enrique Marset.
“Los resultados de este operativo lo vamos a ver en el mediano y largo plazo, (porque) estamos desbaratando una de las organizaciones criminales más grandes en toda la región”, afirmó en una conferencia de prensa en Santa Cruz.
Subrayó que no solo se trata del ciudadano uruguayo, que se fugó el 29 de julio en Santa Cruz, sino de toda una estructura que se instaló en Bolivia para realizar actividades ilícitas a escala internacional y de la cual ya se detuvo al segundo hombre al mando, Herlan Ivar G. L., quien guarda detención preventiva en el penal de Palmasola.
De acuerdo con del Castillo, Herlan Ivar G. L. “era el encargado de acopiar y comprar todas las sustancias controladas y posteriormente transferírselas a Sebastián Enrique Marset para que él se convirtiera en el líder de toda la región (de la droga que se envía) hacia países europeos”, concluyó.
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