‘Sí, quiero volver, le pedí a Dios que me diera el privilegio de volver y lo intentaré’, aseguró Arrué en rueda de prensa al regresar a su país, tras su primer intento de conquistar el llamado techo del mundo.
Arrué, primer montañista de El Salvador que supera los ocho mil metros sobre el nivel del mar, fue recibida como una heroina en el aeropuerto internacional Oscar Arnulfo Romero, a su regreso de Nepal.
El presidente del Instituto Nacional de Deportes, Yamil Bukele, dijo que el gobierno correrá con todos los gastos de la próxima expedición de Arrué al Everest, y le entregó un reconocimiento económico de 10 mil dólares.
‘Es un honor estar junto a esta guerrera que nos demostró tener mucho valor para intentar conquistar el Everest’, declaró Bukele en rueda de prensa junto a la escaladora, quien confesó que vivió una experiancia transformadora.
La abogada de profesión y montañista desde 2013 admitió que no llegar a la cumbre del Everest, a ocho mil 848 metros sobre el nivel del mar, fue la decisión más triste de su vida, pero era inevitable.
‘Ha sido una travesía increíble: vengo transformada como persona’, declaró Arrué, quien lidió con vientos superiores a los 150 kilómetros por hora y temperaturas inferiores a los 40 grados Celsius.
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