Un análisis de la Federación de Turismo y Viajes de este país (Federturismo) refiere este martes que aunque las denominadas ciudades de arte “siguen siendo populares, otros destinos están experimentando una disminución significativa en las visitas”.
Las investigaciones indican que, debido a la inflación, los italianos ahora tienen dos mil euros menos disponibles, sobre una base anual, mientras los precios en el turismo aumentaron un 9,0 por ciento, crecimiento que se calcula en unos cuatro mil millones de euros.
“A pesar de un aumento del 4,0 por ciento en las llegadas desde el extranjero, no esperamos un verano de pleno empleo”, dijo Marina Lalli, presidenta de Federturismo, en una entrevista publicada en el sitio digital del diario Il Sole 24 Ore.
En criterio de expertos, la industria turística italiana enfrenta una ralentización, con una disminución de la demanda del 20 al 30,0 por ciento, debido principalmente al aumento de los precios.
Incluso muchos turistas italianos prefieren destinos como España, Túnez, Egipto, Albania, Montenegro y países del Lejano Oriente, con Japón a la cabeza, destacan.
Esta tendencia podría afectar al Producto Interno Bruto de este país, que ya experimentó una caída del 0,3 por ciento en el segundo trimestre de 2023, indican los analistas.
Sin embargo, según un reciente reporte de la Confederación General Italiana de Empresas, Actividades Profesionales y Trabajo por Cuenta Propia (Confcommercio), alrededor de 14 millones de italianos están de vacaciones durante el período del 11 al 20 de agosto, la mayoría en el país, con un gasto de unos siete mil millones de euros.
Por otra parte, una reciente encuesta de la Confederación Nacional de Artesanía, Turismo e Comercio muestra que por estos días hay unos 25 millones de presencias en los diferentes destinos de esta nación, para una facturación superior a 10 mil millones de euros, y la cifra de visitantes extranjeros supera los 15 millones de turistas.
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