El director del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Álvaro Hormazábal, dijo que de cumplirse las previsiones de la Dirección Meteorológica, la situación será mucho más complicada que en junio reciente.
Un fenómeno similar ocurrido entonces provocó severas inundaciones en las zonas agrícolas y pecuarias del centro-sur chileno que dejaron poblados aislados y daños en cosechas, carreteras, puentes e infraestructura hidráulica.
A partir de mañana sábado ocurrirán intensas lluvias en las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule y Bío Bío.
Por otra parte, el punto de isoterma cero, es decir, el momento a partir del cual el agua comienza a congelarse, estará muy elevado, entre tres mil y tres mil 200 metros sobre el nivel del mar.
Esto significa que en la parte media y baja de la Cordillera de Los Andes no caerá nieve o hielo, sino lluvia que escurrirá e incrementará el riesgo de deslaves y crecida en el cauce de los ríos y las consiguientes inundaciones en las zonas bajas.
Además, a diferencia de junio, ahora el suelo carga más humedad y los afluentes llevan más agua, lo que incrementa el riesgo.
El Senapred llamó a las personas a mantenerse en sus casas y seguir las informaciones y alertas emitidas por las instituciones encargadas de monitorear el clima.
No será un fin de semana para hacer turismo y mucho menos visitar la cordillera o acercarse a los ríos, lagos o lagunas, advirtió la entidad.
La ministra del Interior, Carolina Toha, encabezó un comité de gestión de riesgos en en cual se analizaron todas las variables del fenómeno meteorológico y sus peligros, sobre todo en las zonas de O’Higgins y Maule, donde lloverá más fuerte.
En esta capital distribuyeron este viernes bombas hidráulicas a las comunas más susceptibles de sufrir inundaciones y el Senapred recomendó apresurar la limpieza de tomas de agua y drenajes.
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