Las operaciones están relacionadas con la puñalada sufrida por el exmilitar durante la campaña electoral de 2018 en Juiz de Fora, municipio del estado de Minas Gerais (sudeste).
Preso en una penitenciaría federal, el atacante Adélio Bispo de Oliveira, de 42 años, fue considerado inimputable, o sea, incapaz de responder por sufrir disturbios psicológicos.
Desde este miércoles, Bolsonaro permanece internado «en el hospital Vila Nova Star en Sao Paulo para exámenes de rutina. Dichas pruebas tienen por objetivo evaluar su condición clínica, principalmente en el sistema digestivo, tráfico intestinal, adherencias, hernia abdominal y reflujo», indica el abogado y asesor Fabio Wajngarten, en un comunicado.
El político de tendencia ultraderechista, quien ya pasó por cuatro cirugías, es acompañado por los galenos Mauricio Wajngarten (padre de Fabio Wajngarten) y Antonio Macedo. Esperan para mañana su alta clínica.
Tal internación hospitalaria emergió a solo horas de que la Policía Federal (PF) citara nuevamente a declarar al exgobernante para dar testimonio en la investigación sobre empresarios que habrían tramado un golpe de Estado en mensajes de WhatsApp.
La PF indaga sobre una supuesta componenda golpista promovida por hombres de negocios contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El testimonio de Bolsonaro está previsto para el 31 de agosto.
En el celular del empresario Meyer Nigri, fundador de la compañía Tecnisa, la policía encontró un encargo que sería del excapitán del Ejército, en el cual él incentiva la diseminación de fake news (noticias falsas) sobre el proceso electoral.
La corporación encontró la conversación con un contacto identificado como «PR Bolsonaro 8», que sería uno de los números del exjefe de Estado (2019-2022), en el móvil de Nigri.
En el texto hace críticas a las justas comiciales y a un instituto de investigación.
Aparece en el mensaje atribuido a Bolsonaro que supuestamente ataca la acción del ministro Luís Roberto Barroso, del Supremo Tribunal Federal, de defender el proceso electivo y asegura que hay interferencia.
En otras ocasiones, Bolsonaro respondió a interrogantes de la PF, como por la tentativa golpista del 8 de enero, cuando miles de sus adeptos extremistas invadieron y saquearon las sedes de los Tres Poderes en Brasilia.
Además, el exparacaidista enfrentó preguntas por supuestos estafas con tarjetas de la vacuna antiCovid-19 y por el intento de apropiarse de unas caras joyas que recibió durante su mandato por parte del Gobierno de Arabia Saudita y que son propiedad del Estado.
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