Luego de huir de manera masiva de Myanmar en busca de refugio por la violencia y la persecución en su tierra natal por la cúpula militar, los roghinya viven en condiciones muy difíciles en territorio bangladesí, dijeron a Dhaka Tribune, Syed Raiyan Amir y Md Mufassir Rashid investigadores del Centro Asuntos Globales.
En los dos primeros años, llegaron fondos internacionales para apoyar a los refugiados, pero a partir de ese momento comenzó una merma de las asignaciones para apoyar a Bangladesh en la atención de esa comunidad, afirmaron.
Los recursos financieros destinados a facilitar la asistencia humanitaria, que oscilaba entre el 72 y el 75 por ciento de las solicitudes agregadas desde 2017, experimentaron una gran reducción al 65 durante el 2020, y en 2021 llegó solo el 34 por ciento de la cantidad estipulada para ese año.
La merma en la ayuda internacional tuvo un gran impacto en la comunidad rohingya, que vive en campamentos superpoblados, en condiciones de pobreza y con el aumento de delitos como el tráfico de drogas y armas, y secuestro que trasciende las fronteras de Bangladesh.
Dentro de Myanmar, tras el golpe militar las condiciones políticas se complejizaron con, según los investigadores, nuevas limitaciones de movimiento, ataques e interrupciones de la ayuda para los asentamientos rohingya.
Más de tres meses después del ciclón Mocha en 2023, la junta militar bloquea la ayuda esencial, incluida la asistencia médica para los brotes de dengue y malaria, afirmaron.
El alto comisionado para derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Türk, llamó a una rendición de cuentas y justicia para los cientos de miles de desplazados rohingya fuera de sus hogares en Myanmar.
En tanto, el coordinador de Ayuda de Emergencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, pidió hoy mayor acceso humanitario y fondos para Myanmar tras una visita de tres días a ese país.
Las sucesivas crisis en la nación dejaron a un tercio de la población necesitada de ayuda humanitaria y también provocaron un aumento en el número de personas desplazadas de 380 mil a principios de 2021 a 1,9 millones en la actualidad, precisó el funcionario.
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