Más de 500 uniformados llegaron hasta ese territorio para fortalecer las operaciones aéreas, marítimas y terrestres. Tenemos personal militar en todos los cantones para controlar la seguridad interna, señaló el jefe de Tarea Conjunta de Esmeraldas, Milton Rodríguez.
Rodríguez indicó que para recuperar la paz en esa localidad se llevaron a cabo trabajos de inteligencia con el objetivo de neutralizar a las bandas con precisión y para desmantelar las actividades con las que financian estos delitos.
Con los sobrevuelos se han logrado identificar y destruir múltiples laboratorios de procesamiento de cocaína, dijo el militar en declaraciones para el canal Teleamazonas.
«En estos meses se ha reducido la economía criminal por lo menos un 60 o 70 por ciento», aseguró.
Los militares han capturado a más de 40 integrantes de organizaciones delictivas y decomisado 98 armas de fuego de corto y largo alcance, decenas de municiones y artefactos explosivos que iban a ser utilizados en diferentes atentados en Esmeraldas.
Esa provincia ecuatoriana es considerada hoy como una de las zonas más violentas en América Latina, según la fundación InSight Crime.
La organización, dedicada al estudio y la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en la región, alertó el pasado mes de junio que esa localidad se ha convertido en el epicentro de los homicidios en Latinoamérica.
Allí, de acuerdo con las cifras de InSight Crime, las muertes violentas crecieron drásticamente debido a los enfrentamientos entre bandas por el control de las economías criminales.
En 2022, en ese territorio hubo 81 muertes por cada 100 mil habitantes. Residentes en la región fronteriza con Colombia apuntan a la pobreza, el desempleo y el abandono estatal como causas de la inseguridad.
En lo que va de 2023, según datos del Ministerio del Interior, se registraron en Esmeraldas más de 70 muertes violentas, 94 detenidos por narcotráfico, mil 400 kilos de drogas incautados y 360 robos en casas, de vehículos y a personas.
Expertos en la materia consideran que esa situación se debe a la guerra de cárteles nacionales e internacionales por el control del narcotráfico y la ineficiente respuesta estatal a esa cuestión.
Para los especialistas, el alza de la delincuencia también tiene su origen en la escasa inversión pública y social del actual gobierno, lo cual contribuye al aumento de la pobreza y el desempleo, y por tanto, apuntan que la respuesta al problema no debe ser solo militar, sino integral.
mem/nta