El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) precisó que la actividad en el coloso de San Miguel responde a la presión de fluidos que fracturan la roca, y causan resonancia en grietas y conductos.
Los expertos del MARN advierten que el escenario probable es la expulsión de gases ‘acompañados de pequeños pulsos de cenizas y serían desplazados según la dirección del viento, hacia el noroeste, oeste y suroeste del volcán’.
De generarse una expulsión de gases, el Observatorio del MARN prevé que se trataría de una columna de gases y ceniza de 400 metros de altura, sin la potencia de causar daños en un radio superior a los tres kilómetros.
El fenómeno en curso es denominado ‘tremor volcánico’ y se trata de registro de señales de larga duración, causada por el movimiento de magma, en un despertar del Chaparrastique tras un año de quietud.
Los vulcanólogos locales descartan que esta actividad guarde relación con las actuales erupciones de los volcanes de Fuego y Pacaya, en Guatemala.
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