Hace unas pocas horas el coloso más visitado por habitantes y turistas presentó una erupción de vapor que superó los 500 metros de altura, la mayor registrada desde 2019.
Es la más energética en este nuevo ciclo operativo, informó el Observatorio de Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
Ante esta situación se determinó como medida preventiva que solo 56 personas podrán estar en el mirador principal del cráter al mismo tiempo y siempre utilizando un casco de seguridad, informó Alejandro Picado, presidente de la CNE.
La cantidad de personas se determinó, según la capacidad de las pantallas de protección antibalísticos volcánicos, instaladas en el parque, además se mantendrá un cierre temporal en el sendero que conecta el mirador principal con la Laguna Botos.
Desde el 1 de diciembre de 2023 y hasta la fecha, fueron registradas 105 erupciones significativas y otras más pequeñas. Mientras que las manifestaciones tipo borbollón son casi constantes, explicaron autoridades.
También se observa un incremento en la energía sónica liberada por las erupciones, lo que indica un escalamiento de la actividad desde diciembre de 2023.
A juicio de los expertos, es muy probable que de uno a dos meses puede desaparecer total del lago.
Después de un pico del nivel en noviembre de 2022, el nivel estuvo disminuyendo durante todo el 2023 y se encuentra en uno equivalente a la época seca del 2021, agregaron.
Integrantes del Comité Asesor Técnico en Vulcanología y Sismología, conformado por científicos y profesionales del Ovsicori, la Red Sismológica Nacional y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, monitorean el coloso, apreciado por su lago de aguas turquesas en uno de sus tres cráteres.
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