Los parlamentarios quieren saber lo que motivó la enajenación de la corporación que no impidió en esa fecha la entrada violenta y el saqueo de manifestantes adeptos del expresidente Jair Bolsonaro en las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal (STF), y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Por determinación del ministro del STF, Alexandre de Moraes, el coronel está preso desde el 18 de agosto con otros oficiales acusados de omisión.
La CPI tendrá también la oportunidad de interrogar el jueves al exministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, general de la reserva Marco Edson Gonçalves.
Tal testimonio es una iniciativa de la oposición que acusó al Ejecutivo de connivencia con las acciones antidemocráticas.
El senador Marcos Rogerio recordó que Gonçalves apareció en imágenes dentro de Planalto conversando con los invasores.
«Tiene mucho que decir, tiene mucho que aclarar, fue atrapado en flagrante, y esto lo hace pieza central», señaló.
Para el legislador, el general sabía de la preparación de la invasión, según informó la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), «después se negó a tomar la iniciativa de proteger el palacio. No solo tenía conocimiento, sino que tenía la posibilidad de evitar lo sucedido el 8 de enero», refirió.
Insistió en que el alto oficial «no actuó para proteger. Por lo tanto, su declaración será una declaración fundamental», remarcó.
La relatora del caso, senadora Elisiane Gama, consideró importante el testimonio de Gonçalves para saber acerca de las alertas enviadas por la ABIN a los responsables de la Seguridad Pública de Brasilia y del impacto por no actuar la PMDF.
Gama remarcó que los generales deben ser escuchados en la comisión parlamentaria. «En fin, vamos a estar trabajando entendiendo cómo se dio en verdad esa transmisión de información por parte de la inteligencia», apuntó.
Será sin duda, una audiencia provechosa, subrayó.
En el testimonio ante la CPI de la Cámara Legislativa del Distrito Federal (DF), en junio, el general negó cualquier omisión.
Precisó que no fue invitado a asistir a las reuniones que trataron el esquema de seguridad y no recibió alertas de la ABIN sobre posibles ataques.
Asimismo, aseguró, que el representante de la Secretaría de Seguridad Pública del DF descartó la necesidad de operaciones especiales para la entonces manifestación, la cual sería pacífica y definitivamente no lo fue.
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