Las encuestas muestran que una mayoría de los republicanos son escépticos respecto de brindar más ayuda a Ucrania, aunque fuentes del Senado esperan que los miembros de esa formación tanto en ese órgano del legislativo como en la Cámara de Representantes apoyen en última instancia otro paquete para Ucrania.
El 55 por ciento de los ciudadanos país y el 71 por ciento de los republicanos se oponen a que el Congreso a autorice fondos adicionales para apoyar a Ucrania, dice una reciente encuesta nacional.
Setenta republicanos de la Cámara Baja votaron el mes pasado a favor de una enmienda patrocinada por el representante Matt Gaetz (Florida) para cortar toda la asistencia a Ucrania, que fracasó por 358 votos en contra.
Este mes, Biden pidió a los legisladores que proporcionaran 40 mil millones de dólares en total en gastos de emergencia para financiar ese conflicto y proporcionar fondos federales para desastres para reparar los daños causados por incendios y tormentas, y para aumentar la seguridad en la frontera sur.
De ese monto, más de 13 mil millones de dólares serían para soporte militar a Ucrania y ocho mil millones adicionales para tema humanitario hasta fin de año, otra inyección masiva de efectivo, ante las reiteradas denuncias de Rusia de que la postura de Estados Unidos aleja las posibilidades de una salida negociada a la beligerancia.
El paquete incluye igualmente 12 mil millones para reponer los fondos federales para desastres en lo interno después de una temporada climática mortal de calor y tormentas, así como fondos para reforzar la aplicación de la ley en la frontera sur con México, que es la prioridad de los republicanos.
Las divisiones dentro del Partido Republicano sobre el envío de miles de millones de ayuda militar y humanitaria adicionales a esa exrepública de la desaparecida Unión Soviética quedaron expuestos en el debate presidencial del pasado 23 de agosto en Milwaukee, Wisconsin.
Durante el cara a cara el empresario Vivek Ramaswamy calificó el apoyo continuo de Estados Unidos a la guerra como “desastroso” algo en lo que coincidió Ron DeSantis, gobernador de Florida, lo cual es una idea alineada con el expresidente Donald Trump.
Unir financiación para Ucrania y asistencia de emergencia para desastres a una medida provisional de financiación gubernamental que debe aprobarse antes del 30 de septiembre (fin del año fiscal) es una opción, pero los miembros del Freedom Caucus señalaron la semana pasada que habrá un duro debate en la Cámara Baja.
El ala más conservadora de la Cámara de Representantes sostiene que se opondrá a cualquier resolución continua para financiar el gobierno si persiste el despilfarro de la era de la Covid-19.
En ese sentido, exhortaron a los líderes del Congreso a que reduzcan la cifra máxima de defensa y no defensa a mil 471 billones de dólares, por debajo del límite de gasto total que Biden y Kevin McCarthy (presidente de esa instancia legislativa) acordaron para el año fiscal 2024.
Para algunos observadores el Congreso parece estar en camino de provocar un cierre parcial del gobierno el venidero 1 de octubre ante la eventual falta de un punto común respecto a la aprobación de 12 proyectos de ley de asignaciones que financian sus operaciones antes del inicio del nuevo año fiscal.
Mientras el actual ocupante del Despacho Oval sigue acorralado por la críticas por esta tubería directa de fondos a Ucrania. Las más recientes le cayeron encima ante la visión de que apoya más de aquel conflicto que, por ejemplo, la devastación que dejaron los incendios forestales en la isla hawaiana de Maui.
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