En esa sala tuvo lugar un solemne acto contra el cerco económico comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra la isla por más de seis décadas.
Un momento central del evento fue la proyección del documental La gota de agua, bajo temática del asedio, el cual provocó a Cuba pérdidas totales de 154 mil 217 millones de dólares en 60 años.
La obra fílmica refleja, a través de la historia de vida de la pequeña Natali Rodríguez Méndez, las dificultades que genera la existencia de esta política hostil en la cotidianeidad de las familias cubanas y en la obtención de recursos para la atención médica que el Estado sufraga de manera gratuita.
Durante el acto integraron la mesa presidencial e hicieron uso de la palabra, con enérgicas intervenciones de respaldo a Cuba y de rechazo al bloqueo, el embajador Pedro Monzón, cónsul general de Cuba en Sao Paulo, y el diputado Maurici, del Partido de los Trabajadores (PT) y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Alesp.
El legislador Paulo Fiorilo, líder de la bancada del PT, dio lectura a una denominada Nota de Repudio al Sufrimiento Impuesto al Pueblo Cubano, firmada por numerosos congresistas.
La comunicación continuará siendo rubricada por miembros de la Asamblea Legislativa y después se entregará al Consulado General de Cuba en Sao Paulo para hacerla llegar a la isla.
En el texto, los signatarios alertan que el bloqueo se intensificó, especialmente durante la administración de Donald Trump, que añadió 243 nuevas medidas y reincorporó a Cuba a la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Tal inclusión injusta, refieren, «complica aún más el acceso de Cuba al sistema financiero internacional, imposibilitando la adquisición de medicamentos y otros bienes esenciales».
Al contrario de lo que se esperaba, recuerdan, el Gobierno del demócrata Joe Biden no modificó nada la política respecto a la isla y las sanciones se mantienen inalteradas hasta el presente.
La nota indica que el escenario actual en Cuba es agravado por desastres naturales como el huracán Ian, que devastó la isla en 2022, y por las restricciones que impuso la pandemia de Covid-19.
«El bloqueo y esas circunstancias adicionales crearon una situación extremadamente crítica, con falta de medicamentos, alimentos, combustible y otros bienes esenciales», indican los suscritores.
Llaman a la solidaridad internacional y a construir iniciativas para apoyar a Cuba, en especial a mantener la creciente presión por la suspensión total del cerco de Estados Unidos y la retirada de la isla de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
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