Según la agencia IRNA, el objetivo de la conspiración era dañar el poder de defensa de Irán, y fue dirigido por los servicios de inteligencia de Israel y sus agentes globales.
Otros medios informativos persas indicaron que el servicio de espionaje israelí planeaba llevar a cabo la operación de sabotaje más sofisticada de los últimos años.
La inteligencia iraní, según la agencia Tasnin, desmanteló una red que pretendía suministrar piezas defectuosas y dispositivos trucados a las compañías que se dedican a la producción industrial de los misiles más avanzados del país.
Asimismo se dijo que los integrantes de la red, controlada por Tel Aviv, planeaban convertir los misiles que se fabrican en Irán, en artefactos explosivos para destruir las líneas de producción.
Por otra parte se conoció que las autoridades aseguraron haber desmantelado varias células terroristas y de sabotaje vinculadas a Israel, en operaciones llevadas a cabo durante los últimos días que se habrían saldado con el arresto de cerca de 15 sospechosos.
El Ministerio de Inteligencia ha especificado que estas células eran parte de una amplia red terrorista sionista responsable de operaciones en las provincias de Juzestán, Kermanshá, Mazandarán y Sistán y Baluchistán, agregó Tasnim.
En los últimos años, la República Islámica de Irán es el blanco de constantes ataques, atentados a personalidades e intentos de desestabilización, de los cuales las autoridades persas acusan directamente a Estados Unidos, Israel y algunas naciones de la Unión Europea.
Los servicios de inteligencia han desmantelado en los últimos meses varias redes terroristas de probada relación con el Mossad (inteligencia israelí) la CIA y otras agencias de espionaje europeas.
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