Así lo aseguró su director, Hugo Guzmán, durante un acto celebrado en esta capital con la participación de antiguos y actuales trabajadores, dirigentes políticos, legisladores y lectores de ese medio, creado en 1940.
Este periódico, dijo, no lo fundó una familia de la aristocracia ni un grupo financiero, sino un equipo “de trabajadores, de comunistas, de compatriotas comprometidos con las aspiraciones del pueblo, la palabra certera, la idea precisa, la descripción veraz y el argumento ilustrado”.
Guzmán señaló que El Siglo no es un medio aséptico y no aparenta neutralidad, no esconde su mirada ideológica y nadie se engaña con sus objetivos periodísticos, es totalmente transparente.
“Mantener esta concepción del periodismo le costó al diario por lo menos dos largos períodos de clandestinidad y de feroz represión contra sus trabajadores”, dijo el director del medio.
Durante el acto se presentó la edición impresa con motivo de los 50 años del golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular, donde aparecen, entre otros, textos de Salvador Allende, Gladys Marín y del recientemente fallecido Guillermo Teillier.
Contó Guzmán cómo, en medio de la enfermedad del presidente del Partido Comunista de Chile (PCCh), le solicitaron escribir un artículo acerca de la asonada del 11 de septiembre de 1973, que se convirtió a la postre en el último trabajo periodístico de Teillier.
Entrevistado por Prensa Latina, Marcos Barraza, miembro de la comisión política del PCCh, recordó que Chile tiene una gran concentración de medios de comunicación que controlan la prensa escrita y las redes sociales y buscan crear un pensamiento único.
Ante esto, precisó, contar con un diario como El siglo permite una prensa comprometida con las transformaciones sociales y la divulgación de ideas críticas que aseguren un atisbo de democracia comunicacional.
La diputada Ana María Gazmuri dijo a esta agencia que hoy día son muy pocos los medios que, como El Siglo, hacen un gran esfuerzo por informar adecuadamente a la sociedad.
El acto fue amenizado por el grupo Los Insobornables, que interpretaron temas de Violeta Parra, Víctor Jara, Carlos Puebla y cerraron su participación con la emblemática canción Bella Ciao, que evoca la resistencia contra la opresión.
oda/car/eam