Los textos, encontrados en 2019 en Argentina, llegaron a la muestra de manos de la lectora del vecino Estado Celina Brítez, quien decidió devolver a Paraguay ese patrimonio del también ganador del premio español Miguel de Cervantes (1989), máximo lauro literario en lengua castellana.
La feria de Encarnación mostró también otros importantes objetos museables y dignos de estudio del gran escritor aportados por la colaboradora bonaerense junto a los libros, como manuscritos, esquelas, fotografías y documentos de puño y letra de Roa Bastos.
Brítez devolvió durante el evento a la familia de Roa Bastos los volúmenes y demás documentos, después de 40 años de extraviarlos su dueño en tiempos de su exilio argentino.
La LibroFeria exhibió, además, las obras más consultadas y estudiadas por el Premio Cervantes para escribir su obra cumbre, Yo el Supremo.
Mirta Roa, hija del autor y responsable de la Fundación Augusto Roa Bastos, disertó el martes en la apertura de la Feria junto a Brítez sobre los materiales rescatados.
“En un principio –relata la argentina- no descubrimos que los libros eran de Roa, estuvieron guardados en mi casa mucho tiempo en cajas cerradas”.
La colaboradora contó que encontró los textos y demás materiales junto a su familia en un contenedor de basura en la zona costera sur de Argentina, por la ruta que conecta Mar del Plata con Miramar.
“Decidimos correr los muebles –recuerda- y armar como todo el escenario. Sacamos un par de libros que no decían absolutamente nada y en el momento en el que yo abro otro veo una dedicatoria escrita con lapicero que decía Augusto Roa Bastos. Entonces todos empezaron a sacarlos de simultánea”.
“Fue así como en el frenesí de la exploración caían fotos, cartas, y fue increíble, una locura. Desde ahí cada día un poco más, cada vez todo más raro”, describe la argentina, y asegura que siempre fue su intención contactar con la familia del escritor.
“Era algo tan personal…Yo creo que lo que uno lee es lo que uno es, y las cartas, lo subrayado no era solamente los libros que Roa leía, sino las partes que le importaban, lo que pensaba”, comenta Brítez, quien quiso leerlo todo y, como era época de pandemia, “me tomaría el tiempo y después los devolvería”.
“Leí, leí, leí y, un día, sentí que ya era suficiente, que estaba como muy metida en el mundo de otra persona, era algo tan privado para Roa… y me estaba metiendo ahí, sus cartas”.
Entonces –rememora- “decidí contactar con la Embajada de Paraguay en Argentina para que los libros y documentos volvieran a sus herederos”.
Augusto José Antonio Roa Bastos, literato, periodista y guionista, es considerado el escritor más importante de Paraguay y uno de los mejores de la literatura latinoamericana.
Sus obras, producidas en su mayor parte en el exilio y traducidas a 25 idiomas, se caracterizan por su retrato de la realidad del pueblo paraguayo, mediante la recuperación de la historia.
Su literatura abarca la reivindicación de su país como nación bilingüe (guaraní y español) y la reflexión sobre el poder en todas sus manifestaciones, tema central de su principal obra, Yo el Supremo (1974), considerada una de las 100 mejores novelas del siglo XX en lengua castellana.
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