Un reporte de la sección italiana de la organización internacional Save the Children divulgado este miércoles en el sitio digital informativo especializado Orizzontescuola, muestra además que actualmente están matriculados 800 mil menores extranjeros en la educación infantil, primaria y secundaria de este país.
Ese análisis, con el tema “El mundo en un aula. Un estudio sobre el pluralismo cultural en las escuelas italianas”, precisa que esa cifra representa el 10,6 por ciento de los alumnos, y llama la atención sobre el hecho de que el 67,5 por ciento de esos estudiantes extranjeros nacieron en este país, pero se les niega la ciudadanía.
En las guarderías, de cada 100 alumnos de origen inmigrante, alrededor de 83 nacieron en Italia, mientras que en primaria el porcentaje alcanza el 73,6, con tres de cada cuatro menores y en secundaria suman 48,3 puntos porcentuales, casi la mitad del total, a la vez que el 65,5 por ciento se concentran en regiones del norte del país.
Para la realización de esta investigación fueron consultados seis mil 59 menores de entre 10 y 17 años, que asisten a la escuela primaria y secundaria en las ciudades de Catania, Milán, Nápoles, Roma y Turín, quienes refirieron los problemas que enfrentan en sus estudios.
La pesquisa mostró que la falta de reconocimiento de la ciudadanía italiana tiene un impacto significativo en los resultados académicos de estos estudiantes.
El 11 por ciento de los alumnos de origen inmigrante declararon haber tenido períodos de interrupción escolar de seis meses o más, frente a solo 5,9 puntos porcentuales entre los estudiantes de padres italianos, indica el documento, y subraya que las ausencias prolongadas representan una de las señales de alarma del abandono educativo.
La ciudadanía italiana parece tener una influencia positiva en el nivel más alto de educación que los estudiantes esperan alcanzar, pues el 45,5 por ciento de los alumnos con ciudadanía italiana creen que pueden obtener un título universitario, un máster o un doctorado, cifra que desciende a 35,7 puntos porcentuales entre los extranjeros.
Save the Children propone sobre la base de esos datos, que el Parlamento “reforme la ley sobre la ciudadanía italiana para los niños nacidos o criados en Italia” y se “garanticen políticas eficaces de inclusión escolar que apoyen itinerarios educativos de estudiantes inmigrantes” para “reducir las desigualdades en el aprendizaje”.
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