El pacto aún debe ser homologado por el Supremo Tribunal Federal (STF).
La defensa de Cid, quien permanece preso desde el 3 de mayo, solicitó su libertad provisional al ministro Alexandre de Moraes, del STF.
En octubre de 2021, al volver de un viaje de Arabia Saudita, la comitiva del exministro Bento Albuquerque, que representó a Bolsonaro en un evento, intentó entrar en el país con carísimas joyas.
Tal conjunto con collar de diamantes fue decomisado en el aeropuerto internacional de Guarulhos (Sao Paulo).
Asesores del entonces gobernante intentaron liberar las alhajas. Un segundo paquete con reloj y anillos, pasó irregularmente por la aduana en la mochila de un uniformado y fue incorporado al acervo personal de Bolsonaro.
Investigaciones señalaron que el político ultraderechista se quedó con un tercer conjunto de prendas que incluía un reloj Rolex, que, posteriormente, habría sido vendido por Cid en Estados Unidos.
Después de que la historia salió a la luz en marzo, el Tribunal de Cuentas de la Unión decidió que Bolsonaro debía devolver los regalos, lo que llevó al abogado de su familia, Frederick Wassef, a recomprar el reloj para entregarlo al gobierno.
Medios periodísticos aseguran que en su confidencia, el teniente coronel aclarará la participación de todos los implicados, en especial la del exmandatario y su entorno.
En posesión del celular de Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro, la PF solo aceptó seguir con la negociación de un trato si el alto oficial relata todos los hechos que pesan sobre él, indicando además la de otros.
Realmente, el arreglo no se limita a confesar sus crímenes, sino a señalar el papel de todos los involucrados, entre ellos, el expresidente.
El diario O Globo asegura que, hasta la fecha, el edecán hizo ya tres declaraciones largas a la fuerza del orden público, pero eso es solo el comienzo.
Si la denuncia tiene el aval de la Fiscalía Federal y la aprobación de De Moraes, el exasistente tendrá que prestar muchos testimonios para aclarar los hechos de todas las indagaciones en las que aparece como investigado.
Determinada literatura jurídica indica que la delación premiada se trata de un pacto entre el acusado y el Ministerio Público (acusador), y el primero colabora con las investigaciones.
O sea, el delator renuncia a su derecho al silencio y en cambio recibe una ventaja, que puede variar de acuerdo con el grado de su colaboración.
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