De acuerdo con el miembro de los Consejos Nacional y Central Palestino, Haitham Zuaiter, las fuerzas de seguridad en el asentamiento no tienen ningún plan para ampliar los enfrentamientos o asaltar zonas de la localidad.
El dirigente añadió que hay dudas sobre la decisión de la Cruz Roja de instalar tiendas de campaña para los desplazados del campamento en el estadio de Saida, reflejó el canal panárabe Al Mayadeen.
Por su parte, la agencia de noticias Sputnik citó al comandante de seguridad nacional palestino en la región de Saida, coronel Abu Iyad Shaalan, quien consideró la ausencia de garantías reales para preservar el cese de las hostilidades.
El militar expresó que el alto el fuego se alcanzó en más de una ocasión, pero los grupos terroristas violan el acuerdo.
Sobre el objetivo de los armados, Shaalan manifestó la intensión de controlar el campamento de Ein al-Hilweh como capital de la diáspora palestina y el mayor en suelo libanés.
Al tiempo que descartó algún interés político en cuanto a crear una base terrorista para extenderse al resto de las regiones libanesas.
El Comité de Acción Conjunta Palestina en Líbano celebró ayer reuniones separadas con el movimiento Fatah y la Seguridad Nacional; y con las Fuerzas Islámicas en relación al conflicto.
La cifra de muertos aumentó a cinco con varios heridos desde el reinicio de los enfrentamientos el jueves en Ein al-Hilweh.
A finales de julio pasado, el campamento fue testigo de violentos combates entre el movimiento Fatah y grupos extremistas, después de una operación de asesinato dirigida a un funcionario de una de las organizaciones, llamado Abu Qatada.
Los enfrentamientos aumentaron en la zona de refugiados tras el fallecimiento del comandante de las Fuerzas de Seguridad Nacional Palestinas en Saida, Abu Ashraf Al-Armushi, y cuatro de sus compañeros.
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