Cid permanecía detenido desde el 3 de mayo en el capitalino Batallón de Policía del Ejército, por presuntos fraudes en la gestión de datos de la vacunación antiCovid-19 de su antiguo jefe.
De Moraes expidió el permiso de liberación del alto oficial y determinó medidas cautelares, como el uso de una tobillera electrónica.
También el exasistente tiene prohibido salir de casa en determinados momentos y fue relevado de sus funciones en el Ejército.
Su liberación ocurre en momentos en que emergió un acuerdo de delación premiada de Cid ante la Policía Federal (PF) sobre el escándalo de las joyas, la cual implicaría directamente a Bolsonaro y tendrá un fuerte impacto en el mundo político.
La confidencia del edecán alcanzará no solo al político ultraderechista, sino al bolsonarismo (partidarios del exmilitar) en su totalidad.
En su decisión, De Moraes aceptó la colaboración del alto oficial en el ámbito de la indagación que se encarga de las milicias digitales y otras derivadas, como el caso joyas, fraudes en la tarjeta de vacuna antiCovid-19, fake news (noticias falsas) y ataques a las urnas.
Recientemente, la PF escuchó al mismo tiempo, en el expediente de las prendas, a Cid y a antiguos ayudantes de órdenes como Marcelo Câmara y Osmar Crivelatti.
También al abogado de la familia, Frederick Wassef, al exsecretario del exmandatario Fabio Wajngarten y al general Mauro Lourena Cid, padre del brazo derecho del político ultraderechista.
Según De Moraes, la investigación de la PF reveló «fuertes indicios de desvío de bienes de alto valor patrimonial, entregados por autoridades extranjeras al Presidente de la República o agentes públicos a su servicio, y posterior ocultación del origen, ubicación y propiedad de los valores provenientes».
En la evaluación de los indagadores, la pesquisa acerca de la venta de regalos oficiales dados a Bolsonaro por autoridades extranjeras es la que está en la etapa más avanzada y reúne el mayor número de indicios de la comisión de crímenes, como intercambios de mensajes, fotos e incluso recibos de venta y recompra de artículos valiosos.
Los elementos fueron obtenidos por la PF a través de quiebres de secreto telefónico y telemático, y registros y decomisos autorizados por De Moraes.
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