En el recinto ferial Parque de la Industria, a donde miles de ciudadanos acudieron a recibir diferentes servicios complementarios, los de la Isla ofrecieron sus conocimientos en medicina general integral, oftalmología, ginecología y pediatría.
El especialista cubano en esta última, Abel Alejandro Bridón, en declaraciones a esta agencia calificó de extraordinaria la experiencia, con más de 60 pacientes diagnosticados sábado y también domingo.

Aseguró haber atendido múltiples enfermedades, ejemplificó con una lactante de un mes traída por una malformación congénita, un diente que molesta a la mamá, pero sus padres muy agradecidos con las orientaciones.
Bridón, quien radica en el departamento de Zacapa, recibió casos de cardiópatas, postoperados, como una niña de 16 años cuyos padres buscaban una guía, porque –confesaron- no tienen dinero para enfrentar estas consultas y demás.

En general, la población asistente agradeció a las instituciones involucradas en este proyecto, a quienes se sumaron y fueron parte durante esta muestra de entrega y amor, subrayaron.
Los hombres y mujeres de bata blanca de Cuba, con su característica solidaridad y humanismo, escribieron otra pequeña página dentro de los casi 25 años de trabajo ininterrumpido en los lugares más recónditos de esta nación.

A esos precursores le siguieron continuos relevos, todos con testimonios que perviven en el tiempo, vinculados incluso al enfrentamiento a un evento sísmico, a la erupción de volcán, entre otros tantos bien conmovedores.
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